martes, 22 de diciembre de 2009

el inicio del herrante


Se había puesto aquella chaqueta que tenía guardado desde el invierno pasado, metió unas monedas al bolsillo derecho y cuatro cigarros maltratados que sobrevivieron a la noche anterior, luego , tras un leve sonido de la puerta salió verificando si no se había olvidado nada en ese sillón que se prestó a ser de posada y a cuantas monedas pudo salvar del ajetreo nocturno, Ulises tenía el rostro arrugado al igual que su prenda, su mirar estaba interferida por la emanación del humo y la punta viva del cigarro ,su rostro sujetando esa expresión húmeda ,somnolienta que lo hacían verse cansado, abrumado por las 8 horas que se había perdido en un dormir sin sueños, en una borrachera sin sentido, la boca le apestaba a esos últimos meses (abril, junio y julio) a un calendario que paso casi de la misma forma que ahora, solo sabía que era domingo y que el celular en batería muerta no le daba la razón del tiempo .
Y ese espectro llamado Ulises y que meses antes, (aun en los días de verano) se asía llamar MARDUQ, se dispuso a cruzar la Javier Prado con dirección a un paradero que lo guie a su extraño destino.
El viento golpeaba fuerte, sus ojos achinados y de hombros alzados lo hacían verse como un cuervo resfriado.
maldita noche!- maldijo sacando unos puchitos del bolsillo derecho- 1…2…3- y a la tercera raspada el fosforo explotaba, el humo se colaba entre sus dedos, Por un instante detuvo su camino, había olvidado tomar sus medicamentos, últimamente una amnesia selectiva cundía sus pensamientos, pero ni las neuronas quemadas por el constante trajín de alcohol por sus venas podrían zafar esa sombra que le acompañaba sobre ese pavimento húmedo de la Javier prado.

Al llegar al Trébol , esquivo a algunas personas que presurosamente volvían a sus moradas ,luego , prendió este un cigarro por el lugar equivocado, miro a diestra y siniestra si alguien lo había notado ,subió a un micro y poso su trasero en el asiento vacío de al fondo, su cabeza apoyada en el vidrio reflejaba sus ojos , luego este lo empaño por el vapor de su aliento, y con un dedo comenzó a marcar esa pequeña película tibia que se había formado, marcando en medio de ella una sola letra.
Entonces pensó en mama, en aquella tarde en el hospital cuando el aun era un niño, en los fantasmas que en cámara lenta lo miraban, en ese cuarto frio en que su madre también tenía un disfraz blanco de fantasma, en esa sonrisa desahuciada y en el libro abierto que leía a de a poco a mama.
Extendió la mano como hace veinte años, pero esta vez olía a tabaco y no a jabón carbólico.

- Marduq, mira, ven, acércate mas hijo, pon el libro encima de ese mueble, ¡uhm! Veo que te has lavado las manos, bueno tú no eres de estar sucio- le dijo posando su mano sobre la vaselina que estaba aún fresca en la cabeza de marduq y esa sonrisa desahuciada y esos ojos cansados vigilaron los movimientos del muchacho que no entendía en que como su madre se había convertido en un fantasma mas de esos.

-mi muchacho, parece que este año solo uno de nosotros celebrara su cumpleaños, bueno a decir verdad el año pasado tu tampoco celebraste, se que la pasaste en uno de estos pasillos del hospital, pero al menos el doctor nos hizo compartir un trozo de pastel; mi muchacho, mi marduq, me apena el no dejarte en buen recado, pero yo tampoco crecí en familia y si fueras mayor de edad solo te estaría dejando mis deudas; solo le pido a Dios que esta maldita enfermedad no sea hereditaria porque así solo te estaría dejando desgracias.
Marduq había entendido a temprana edad, que nada le pertenecía, la única persona que le brindaba amor estaba perdiendo una lucha de tres años, y el imposibilitado de hacer algo, impotente, como aquel personaje clavado en la cruz, allí arriba de la cama, testigo de aquel martirio.

-Mi marduq, necesito pedirte que seas fuerte, la señora Teodora se encargara de guiarte por el camino que yo no te podre acompañar, pero no te fíes mucho por sus creencias religiosas,¡ JA_JA ¡ no te veo a ti mi tímido muchacho vestido de feligrés , aunque para mí siempre has sido como un ángel , un angelito para mi oscuridad, solo sé que tu, mi angelito me acompañaras a las puertas del olvido y te despedirás de mi para hacer tu propio destino.
Era extraño, al infante jamás su madre le había consolado con palabras mas esperanzantes como el que del cielo lo estaría vigilando o que ya en el cielo se encontrarían, aunque el joven marduq así se lo esperaba. Tenía en sus precoces años la esperanza a que una fuerza mayor lo encubría, esa creencia la había adoptado por el constante rezar de su madre ,allí al pie de la cama, en años de rezos y sollozos entendió en que allí, arriba ,había alguien a quien deberíamos llorarle para seguir vivos.
-Marduq, hijo mío, escucha esto con atención, tal vez haya esperado yo mucho en decírtelo, pero no pensé a que esto me estaría pasando, aunque mi muchacho no debería de decirte esto, tal vez aclare con el tiempo tus dudas o tal vez te haga arrastrar algo que no podrás jamás quitarte de encima, y es por eso que tengo miedo mi muchacho.
El joven marduq, parado allí entre fantasmas y respirando el tenebroso aire a muerte, vio las cortinas flamear, a las flores marchitarse de a poco en un improvisado jarrón plástico.

-Marduq; hijo mío ven, extiende tu mano, voy a decirte algo, algo que no tengo que decirte, algo sobre tu padre. Algo por lo que tal veis luego me odies.

El joven sintió las palmas frías de su madre, estaban tan delgadas y frágiles como los pétalos de esas flores que ya emanaban un fétido clima, entonces marduq extendió sus cinco dedos y su madre puso en medio de ellos la yema de su índice frotando débilmente los rasgos tiernos de marduq.

-fijaros bien mi pobre niño, fijaros bien en esta particular marca que os veis, siempre te abras preguntado el porqué tu padre y yo elegimos ese particular nombre para nuestro primer y único hijo ,fijaros bien en que letra tienes en tu palma de la mano, fijaros hijo mío;¡Si! Marduq, es una letra `` M”, la primera letra de tu nombre, y al igual que el profeta MAHOMA tu también quedaras huérfano muy pronto, pero eso no es todo mi pequeño, en tu nombre está el MAR, así que desde el momento ultimo que yo deje de respirar, tu pasaras a ser un vástago de las olas, un vigilante de las arenas y es allí en que algún día, cuando sea el día indicado , en que MARTE este mas rojo que nunca,volverás a ese místico lugar y esparcirás mis cenizas devolviéndome a nuestro hogar que jamás tal vez nunca debimos salir.

Marduq junto los dedos, pensó que mama solo lo estaba probando tardíamente para hacerle sentir bien, que otra vida mucho mas allá de nuestros ojos la esperaba .pero al joven se le habían humedecido los ojos, en su niñez pensó estar preparado para algún día despedirse de él ser que lo trajo sin motivos a este mundo. Pero había sido tan tonto ese discurso que pensó que en verdad se quedaría solo, sin su madre, sin la esperanza a volver a recibir amor, a volver a sentir esa palma extendida sobre su cabellera untada de vaselina;.
Cuatro meses después mama Leticia partió sin cerrar bien los ojos, tal vez añoraba por última vez ,ver a su angelito y que éste lo guiase al silencio total.
El joven marduq, jamás había escuchado sobre un profeta al que llamaban MAHOMA, se había quedado huérfano al igual que el a tan temprana edad, extendió la mano que le había servido como pañuelo y vio entre el claramente la letra “M”, entonces pensó;

- ...¡ Marduq ! ....¡ Mahoma ! , ... ¡ Marte ! ,.... ¡ MUERTE !





PRIMER EPISODIO DIRECTO DE LA SOMBRA DEL JOVEN MARDUQ,EL INICIO DEL ERRANTE, jueves 24 de diciembre (feliz navidad)


Víctor Mendoza (A.N.F.O_666@hotmail.com)

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